Los tórculos con tracción inferior funcionan correctamente siempre que sean capaces de transmitir el movimiento al rodillo superior y a la platina. Para conseguirlo, es necesario moletear el rodillo inferior (lo que significa hacerlo rugoso) ya que, de este modo, el rodillo se «clava» en la platina, arrastrándola y evitando que ésta deslice. Cuando la platina se mueve, el rodillo superior gira acompañándola.
Habitualmente, a causa del rozamiento continuo, el moleteado del rodillo inferior se gasta, es decir, se alisa. También la propia platina, a causa del rozamiento continuo, sufre un desgaste considerable y, en consecuencia, el rodillo no clava correctamente en la platina, por lo que desliza. Así pues, los artistas se ven obligados a ejercer una presión superior con tal de que la matriz penetre correctamente en el papel, desvirtuando así el grabado, ya que se modifica la presión con el objetivo de que rodillo no deslice y no por necesidades propias del grabado.
Cuando habitualmente se estampa con poca presión no se produce dicho deslizamiento y el moleteado puede llegar a durar muchos más años. Sin embargo, a la larga siempre se producirá este desgaste.
Con un tórculo de tracción superior este problema se anula por completo. El rodillo superior está conectado directamente a la caja reductora y ésta al volante, por lo que es el que gira. El propio giro del rodillo superior provoca que la platina se desplace y, en consecuancia, también el rodillo inferior. Con este tipo de tórculos se puede trabajar a poca presión sin preocupación alguna, ya que el rodillo no deslizará nunca. Por supuesto, también es posible trabajar con presiones muy altas porque no hay ningún elemento que se desgaste.
Como curiosidad, explicaremos que algunos fabricantes han ideado tórculos con cremallera y piñón para actuar directamente sobre la platina y de este modo asegurar el movimiento de ésta. Este método, además de tener un coste muy elevado, no es del todo satisfactorio, ya que el avance de la platina se produce a través de «microsaltos» (el juego de engranar y desengranar los dientes) y esta anomalía se percibe en el grabado.
¿Por qué existen entonces tantos tórculos con tracción inferior en el mercado? La respuesta es muy simple: técnicamente es mucho más sencillo de fabricar. En un tórculo de tracción superior todo el mecanismo debe acompañar al movimiento del rodillo (subir y bajar), mientras en el tórculo de tracción inferior el mecanismo de giro está siempre fijo.
De lo anterior se deduce que un tórculo con tracción superior tendrá un precio más elevado que un tórculo de tracción inferior.
Todos nuestros tórculos modelo cameron y TC se fabrican con tracción al rodillo superior. Podéis consultar nuestro catálogo en https://www.torculosribes.es/es/catalogo-torculos.
Esperamos que esta pequeña explicación técnica haya sido de vuestro interés. ¿Qué opináis vosotros y vosotras? ¿Con qué tipo de tracción trabajáis? ¡Comparte tu opinión en los comentarios!
Deja una respuesta