Jaime Ribes, un leridano con una guerra a sus espaldas y más conocido como “avi Jaume”, pide prestadas 150 pesetas con las cuales compra un soplete, un martillo, un cortafríos y unas pocas herramientas más, las cuales caben todas en un capazo de esparto. Consigue un pequeño espacio en un taller de la calle Llacuna de Barcelona, a los pies de la chimenea todavía conservada de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra. Allí ofrece servicios de planchistería metálica y soldadura.
1945
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